Erwin Piscator es un auténtico revolucionario de la escena moderna.
Su nombre se halla ligado a otros grandes regisseurs del teatro
contemporáneo, como Copeau, Stanislavski, Graig, Meyerhold, Reinhardt,
etcétera. Sin embargo, la labor de Piscator se particulariza desde el
primer momento por la militancia social que le asigna al arte y por las
audacias de sus puestas en escena. En este último aspecto incorpora al
espectáculo proyecciones cinematográficas de la índole más diversa, y
utiliza dibujos, títeres, muñecos y carros que suben, bajan o se
deslizan accionados por ingeniosos mecanismos. Todo ello al servicio de
escenarios monumentales, como los que construye para ¡Eh, qué bien
vivimos!, de Toller, o Rasputin, de A. Tolstoi, por ejemplo.
Piscator se entrega por entero a la experimentación de un teatro
proletario durante los años tumultuosos y anhelantes que vive la
Alemania de la primera post-guerra mundial (acaban de ser inmolados Rosa
Luxemburgo y Carlos Liebknecht), y su nombre pronto se convierte en
bandera de la escena más avanzada, formal e ideológicamente hablando.
Ref. 6238
Autor: Piscator, Erwin
Idioma: Español
Editorial: Futuro (Buenos Aires)
1957
14,50x20 cm.
253 páginas. Cubiertas en rústica con solapa. Láminas con fotografías en b/n. Firma. Buen estado.
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